martes, abril 28, 2009

Peste porcina

Siempre están ahí como esperando...

...tienen un millón de nombres, un millón de formas, un millón de síntomas, un millón de bacterias, de virus anónimos que buscan sus cinco minutos de fama, esperando a mutar y propagarse, a cobrarse sus primeras víctimas occidentales, porque las otras no cuentan, no ves que solo son negros.

Si tienen suerte, algún famoso se acuerda de ellas, y las adopta en forma de niño negro contagiado. Y es que un niño enfermo del África queda tan bien en el salón de la mansión como la cabeza de un elefante o una gacela cazados en un safari, véase en el Hola!

Mientras en el resto de Occidente son casos aislados, muertes inexplicables en las que ni si quiera el Doctor House pudo hacer algo por él difunto....estaba un día tan bien, y de repente se sintió fatal, al hospital y parece mentira...algún virus raro de esos, con todo lo que esta entrando...o eso pasa por irse a esos países, si se hubieran quedado en España, con lo bonita que es...

...hasta que ya no e sun caso aislado, sino tres, y se cierran fronteras, se vigilan los aeropuertos, se controla o se intenta que no se propague, y la gente pegada al televisor contando enfermos entre anuncio y anuncio, alguna tele esta hábil, y emite La amenaza de andrómeda, 28 días o Hijos de los hombres...

...idea de algun directivo avispado o simplemente con un poco de cultura general, que sabe de la existencia de aquellos cuadernillos que vendían los ciegos del S. XVI con historias increíbles de niños mutantes y monstruos marinos que tanto atemorizaban a los cristianos en épocas de crisis de fe generalizadas...

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